jueves, 27 de junio de 2013

Guanche

Aprovecha el momento y dame un beso

¿Estás loco? ¿Y si alguien me está viendo?

¿Qué me importa? Tan solo sé que quiero
Morir entre tus brazos un momento.

Pero a ella no le importa y lo abandona
a merced de su suerte ¡Qué le importa!
No es suya, no es de nadie, no es su dueño.
Y por mucho que espere recompensa
se va a quedar tan solo en eso: Un sueño.

¡No te vayas, espera, necesito
que me arrulles un poco! ¡Tengo miedo!

Y ahora encima cobarde ¡Que vergüenza!
¿Después de provocarle tanto miedo...!

Volverá tras sus pasos, al principio
¿Por qué empecé a quererle? ¡No lo entiendo!
Recuerdo sus halagos, sus sonrisas,
pero no los motivos que me hicieron
querer sólo con él pasar mi vida.

El mencey los contempla desde lejos
¿Qué le pasa a mi hija? ¿La princesa
necesita que actúe y la defienda?
Convoca a los ancianos de la aldea
y de muerte deciden la sentencia.

¿Que delito, Agoney, has cometido?
¿Subiste al viejo Teide, a lo prohibido?
¿Te bañaste en las aguas de las charcas
de Anaga en luna llena? ¿Cómo ha sido?

No, dice el muchacho fiero, altivo;
no hay delito peor que lo que he hecho.
¿Tal vez mataste a alguien escogido?
Peor, responde el pobre: He querido.

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