sábado, 21 de junio de 2014

Lanchas.

Cuando algunos dijeron agoreros
que tu sino era estar en el recuerdo
casi nadie sintió que peligrara
tu vivo discurrir en esas aguas
que nos llenan de vida y que definen
a un pueblo marinero como el nuestro.

Porque estás en abrazo permanente
con las aguas del mar en esa ría
que no fue conquistada para nadie.
Y el futuro será, porque ya es tuyo,
un plácido paseo de domingo,
con novios que se besan y familias
con cuadrillas de amigos y curiosos
y tal vez con turistas que el dinero
que quieran invertir en divertirse
lo gasten en Mugardos.

                                                          Vieja lancha;
veremos hijos tuyos y sabremos
que al castillo, a la Boca, a San Felipe,
a Cariño o al Raso, que no importa
¡Llevaste a tanta gente en el pasado!
Entonces no había puentes y el cansado
chof-chof de tus cuadernas contra el agua
era el único medio.

                                                    Pero ahora
debemos decidir si te queremos
y gastamos tres euros (¡Es que es tan caro!
¡No puedo permitirme ese dispendio!)
Muy bien, pues no lo hagas; cuando ahorres
compra un móvil mejor, o ve de viaje
encontrarás un pueblo muy lejano
en el que van en barco por sus aguas
porque un día comprendieron que era parte
del alma de su pueblo y lo guardaron
y cuando un visitante les pregunta
¿Aquí qué puedo hacer? Siempre contestan:
Subirte a nuestra lancha, que es precioso:
verás un mar amable, y los castillos
que reyes del pasado construyeron.

Y atontado dirás: Pues qué bonito,
en Ferrol hay un barco parecido,
pero nadie lo usa porque es caro
tarda mucho en llegar y ya hace años
hicieron carreteras; no compensa.
Pagarás treinta dólares al cambio,
harás quinientas fotos y ya en casa,
contarás orgulloso a tus amigos:

"Pues estuve en un sitio en que las lanchas..."

domingo, 15 de junio de 2014

La esquina de las Esclavas.



No he sabido nunca que extraño embrujo
me asalta esos momentos tan escasos
en que el sol se abre paso entre las nubes
una tarde de otoño
y llena mis retinas de colores.

Esa torre indiana de la Casa Antón
el graznido penetrante de los pavos reales
las monjitas de espaldas con sus hábitos blancos
y las frondas del parque
silenciosas y bellas de recuerdos y besos.

Que sólo en Jueves Santo te visitan en masa
¡Oh, Campo de San Roque!
¿Cómo puede un espacio tan pequeño
concentrar para tantos
la morriña lejana de la ausencia,
la soledad terrena de estar lejos?

Y ahora que el mundo ha tornado
en un millón de imágenes hermosas
y de fotografías de colores 
                                                                         antes no imaginados
cada poco
me llega una postal que me recuerda
el anhelo de estar en ese pueblo
de crisis permanentes que es mi tierra.

jueves, 12 de junio de 2014

Confesión.

Con un Cristo de piedra vigilando
que se ha puesto algo verde en el invierno
y el sonido lejano de un mugido
frente a un campo de trigo ya segado.

Recordando el sabor de una merienda
que me dieron sus manos sin aliento
ya quedan menos cosas de las de antes
y de ensueños mi vida ya despierta.

Porque soy diferente, más preciso,
más consciente del fallo y del pecado
del arrepentimiento estoy al tanto
de tantas penitencias que he sufrido.

Propósito no sé si tengo siempre
mas cuido de enmendarme en mis continuos
deslices aunque se que a nadie dañen
pues se que me convierten en conspicuo.

Y no quiero que piensen los cercanos
que seré perdedor de capitales
pecados cual la gula o la lujuria
la pereza o codicia en esta jungla.

Porque aunque hay buen salvaje no es lo mío
y en mi naturaleza el raciocinio
me dice que modere mis costumbres
 por austero es mejor ser conocido.

Y el día en que me veas desbordado
cometiendo algo malo que rechace
en mis versos recuerda, buen amigo:
Mañana voy a estar arrepentido.


miércoles, 11 de junio de 2014

Mirando a occidente.

Y aunque alguien no pueda entenderlo
ayer sentí el olor a Oeste:
Abrí un armario en casa
y una prenda olvidada en un bolsa
del pasado verano
me llevó a un caer del sol tardío
a una luz a través del vino blanco
y a una brisa marina fresca y suave.

El viento me trajo al Sur
en lomos de un olor a hierbabuena
el maullido de un pollo de gaviota;
en sueños, estridente
despertaba el recuerdo;
y el frescor de una noche de verano
transmitía apagado el son de una rondalla.

Porque hoy he visto todo rectilíneo
paralelo entre dos plazas distintas
y la noche no quiso llegar nunca,
mas yo quise quererte.

Y entre álamos supuestos, o magnolios
o plátanos de sombra -a quién le importa-
paseamos con las manos apretadas;
renuevo de esos votos
antiguos y olvidados pero ciertos.

Ayer me olía a Oeste y sentí esto.



domingo, 8 de junio de 2014

Inspiración.

No es fácil llegar a ese estado
de concentración y sutileza
en el que el verso fluye libre y va llevándote
al Parnaso en que las musas te visitan
y guían a tus dedos sobre el gris teclado

Letras y olor a tinta, papel virgen;
decir las cosas de otra forma
ante la incomprensión de aquellos
que aun ven en el verso un recurso alambicado.
¿Cómo es posible que la palabra llana
prosaica, práctica y cuidada
resulte vencedora sobre la humilde poesía
que sólo busca la belleza y la armonía
como un río busca el mar en su camino.

Porque no hay otra forma de entenderla:
Poesía es un cuadro o una foto
un artículo tenso y descarnado
un vestido bien hecho o cualquier obra
del torpe ser humano.
Porque nadie respeta a los poetas,
pero ante un buen partido
balompédicos sabios manifiestan:
Poesía hecha fútbol
o en el cine, cuando un intérprete sorprende
o un director nos muestra una mirada
y en escasos segundos sensaciones
largo tiempo olvidadas
los críticos sentencian
un filme muy poético y se quedan
tan anchos ignorando torpemente
que un poema es equilibrio,
sólo eso. Y por eso al final se tambalea
tratando de alcanzar sin conseguirlos
un balance perfecto y movimientos
apenas perceptibles que nos muestren
un poco de belleza.

sábado, 7 de junio de 2014

Ay, que pena llevo dentro.

Qué desgracia es haber nacido pobre
Tener que trabajar de sol a luna
Teniendo como premio sólo besos
En caso de tener por cierto a alguien
Que quiera concederlos.

Ay, qué pena, penita, vida mía:
Si me esperas no llego y se hace tarde,
Y si llego más pronto te sorprendo.
Al quererte te añado sufrimiento
Y leña al fuego que arde.

Que dolor, que locura me corrompe;
Estoy siempre exigiendo y yo no cumplo
Me pierdo en mis anhelos personales
Me enojo si el guion no se ejecuta
Y creo que soy muy bueno.

Y que angustias me aquejan cada la noche
Cuando hago solo examen de conciencia
Y analizo ese plan en que no triunfo
Que es ser mejor persona
¡Vaya mierda!

jueves, 5 de junio de 2014

El ventitrefo.

Mañana nebulosa que nos muestra
mañanas nebulosos por la proa.
Un mañana envuelto en neblinas que me inquieta.

Ya no ruedan cabezas con corona
pero aun queda una parte de la masa
que quiere del patíbulo el consuelo,
de aquello que han perdido en manos de otros.

¿Por qué son los culpables siempre todos?
¿Es acaso evidente que inocentes
no podrán ser por más que lo pretendan?
¿Felipe Sexto rey? Es imposible:
Ni siquiera hemos pensado el sobrenombre de su padre.

¿Juan Carlos Primero el Campechano?
No parece muy regio,
¿El padre de la patria?
Está muy visto.
¿Buscamos otro apodo?
El ventitrefo (lo sé, es un poco extraño
pero no podréis sino admitirme
que todos los que vengan
detrás de nuestros pasos
quedarán intrigados por el nombre
¿Y qué es el ventitrefo?
Y podremos contarles que una noche
al decir de la prensa de una Europa
inquieta por España
un grupo de toreros con pistolas
tomaron el congreso, y el monarca
con la fuerza que otorga la apostura
que a todo rey se enseña
les dijo: Se ha acabado y muy contritos
depusieron las armas y a la cárcel
se fueron sin quejarse ni un poquito.

Por eso el ventitrefo es un buen nombre.

lunes, 2 de junio de 2014

Cizaña.

¿Cómo has hecho para llegar a mí,
detestable gusano?
¿Acaso no te llegaba con los remordimientos que tengo a diario?
¿Por qué ese esfuerzo para encontrarme?
¿Por qué dejar la inspiración para los momentos de tristeza
o de alegría?
¿Sabré escribir sin versos?
¿Sabré no buscar rimas?
¿Seré callado por la impericia de no ser libre?

Porque a veces siento que no tengo libertad,
y que lo escrito tiene que salir como un vómito,
como algo que me enferma,
como un virus que necesita propagarse
y salir de las simas de mi inconsciente
llevado por algún extraño ardor,
en lomos del ansia de verdad.

Humano, qué humano y vanidoso,
que esperas encontrar fortuna y gloria;
o sólo gloria,
pero al fin gloria tuya, vil gusano...
miserable egoísta que te arrastras
mendigando el favor de aquellos labios
que digan solamente (exactamente)
que es justo lo que piensan...

Que es justo lo que piensan...
¡Es mentira!
Que son tan solo halagos y lisonjas
que buscan agradarte, por ejemplo
por querer de ti algo, ahí va un ejemplo:

Piensa en esos con los que has compartido tus desbarres
¿De verdad crees que callan
cuando no estás presente?
¿En serio crees que al único que alaban en su ausencia
eres tú? ¡Pues que eminencia!

¡Eres exactamente cual tu amigo
aquel al que apuñalas por la espalda!

Cuando estás, lo mejor que le ha pasado;
si te vas, Dios te coja confesado.