sábado, 30 de diciembre de 2017

En el pinar (II)

Mi vista se acompasa a lo que encuentro.
Primero un caracol, luego una ardilla
Una seta cortada y una piña...
Me desborda el azul que va enmarcando
Las copas murmurantes de los pinos.
Escucho sus quejidos, sus queixumes...
para mí es poesía y me reafirmo:
soy atlántico, del norte, allí he nacido.
En las sombras se mueven diminutos
pobladores que parten a Teixido.
"vai de morto, amigo, vai de morto
ya que antes evitaste el ir de vivo".

Y ya salgo y alcanzo el fin del bosque
Y el castro junto al mar sale a mi encuentro.
Acaricio sus piedras, y me siento.
Se está poniendo el Sol, ahora hace frío.
No siento la humedad porque mis ojos
Solo miran al mar y el fin del mundo
Tal vez ruborizado
Me revela sus cárdenos colores.
La sal empieza al poco a hacerse dueña
Del sabor de mis labios,
Y se mezcla el sabor de la resina,
Y el olor de los toxos… “¡Oh, Dios mío!
¿Creaste Tú el pinar? No me santiguo
Pues parece animal
Lo que me embarga.
El sudor, el olor, la sal, el frío
¡Cómo quisiera estar aquí contigo
y no escapar jamás!
El sol se ha puesto.
Tengo que regresar por el camino
Y el pinar que mis pasos ha acogido
Me ha empezado a dar miedo:
Ha oscurecido.

jueves, 21 de diciembre de 2017

Legionario.

Necesito decirlo...
necesito sentirlo;
necesito la mano que aproveche mi fuerza
y que guíe el camino
para que no me pierda.

Necesito acostarme
cada noche empapado
en sudores amargos que humedezcan la tierra
y dormirme rendido
con el arma en la tienda.

Necesito batirme
necesito adversarios
necesito oponentes que me pongan a prueba
y saber cuánto duro
combatiendo en la guerra.

Yo no puedo pararme
que mi tez se avejenta
necesito escaladas por rugosas laderas
y bajar a los valles
y beber en la selva.

Porque un día cercano
no podré ni pensarlo
y el recuerdo de hacerlo será sólo el consuelo
de pensar lo siguiente
¿El infierno o el Cielo?

jueves, 23 de noviembre de 2017

Alondra

Al alba me despido y la mañana
insinúa que el sol ya está saliendo
un óculo fugaz, tímido beso
¡Cuánto quiero quedarme
mas no puedo!

Pues alondra nací, y tu mochuelo
y en tu olivo ni sabes que me he ido,
qué extraño amanecer nunca contigo
qué más raro es saber que estoy dormido
cuando tus alas vuelan sobre el nido.

Que el amor es así, fugaz e inquieto,
de sorpresas de sal y de respeto,
de querer que te quieran aun sabiendo
que nunca va a pasar y no es perfecto.

Un roce lastimero, dulce, amargo,
un trajín pasajero, un tiempo largo,
un saber que ahora sí,
que ahora si quieres...
un llorar que ya no, que ya no puedes.

Y si sigo es por qué...
porque ¿Qué hago,
si no tengo un porqué de ser amado?

Emprendo pues mi vuelo y me despido,
cuando vuelvas en ti ya me habré ido.

lunes, 23 de octubre de 2017

Evita.

No quiere el sol salir porque está triste
y unas gotas de cielo que repican
en un charco del suelo me recuerdan
que un fin siempre está cerca.
Porque hoy no ha sido el mío,
ha sido el suyo, que partió con su barco a la bahía
del eterno descanso, donde un barco
de madera y de hierro la recibe;
a bordo el comandante de uniforme
de gala, de ternura, de alegría.

Ya están juntos de nuevo en otro tiempo;
en los años cincuenta en su noviazgo,
o en aquellos de mocos y pañales,
o en los años de gloria pasajera
que se vieron truncados al instante.
Pero en las mansas aguas de la orilla
donde todo es perfecto se han reunido,
y aunque aquí le lloremos comprendemos
que ha llegado su hora y que la nuestra
llegará en su momento a Su demora.

Y aunque en nuestro egoísmo lloraremos,
y la falta de fe que nos inunda
nos obligue a afligirnos con su muerte
en el fondo debemos de alegrarnos.
¡Si la muerte no existe! ¿Por qué lloras?
Ha llegado al Misterio y en el puerto
la feliz ensenada está repleta
de gigantes de hierro y de madera
que surcaron otrora nuestros mares
y que ahora en su fondeo, engalanados,
anhelan escuchar esa voz ronca
heredera de sal, de mar y guerra.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Intentaré.

Intentaré escribir el olor a cuero
de un álamo que adorna mi ventana
de un otoño añorado en que una manta
me cobija y me guarda.
Y aquel año...

Intentaré que el fuego de la lumbre
no se apague y que fije en mi recuerdo
ese cuerpo velado por las brumas
del tiempo que ha pasado.
Y esos días...

Intentaré que este día no se acorte,
que el verano no pierda la batalla
que mi piel no se olvide de las marcas
de los rayos del sol.
Y en esas aguas...

Intentaré decirte que te quiero,
aunque ahora sobrevivo y en tu ausencia
me aferro a los recuerdos de otro tiempo,
de días que se ha ido.
Y esos besos...

Intentaré no tomar un chocolate
en el bar que era el nuestro para siempre
y que no me despierte con tu ausencia
y no muera por verte.
Y recuerdas...

Intentaré que mi mano reconozca
el tacto de tu cuerpo de aquel tiempo
porque ya nos marchamos, ya nos fuimos
y aquellos jovenzuelos ya se ajaron.
Y sus risas...

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Ascua.

¿Cuándo lancé el dardo
que te hirió de tal modo
que hoy me enfrentas vestida
                                                                     en tu coraza?
¿Fue al decir que ardo,
y que sólo estar solo,
ya es un ascua encendida
                                                                 que me abrasa?
¿Dónde fue la herida
que infligió mi palabra,
que hoy te entierra en ti misma
                                                                        y ni me miras?
Ojalá la vida
te conduzca a mi casa
y otra vez tu sonrisa
                                                 me reviva.



miércoles, 30 de agosto de 2017

Siesta.

Estoy soñando confuso
y camino a la sombra en una cuesta.
Parece el mismo parque de los pavos
de mi niñez lejana. De repente
un río se aparece por sorpresa.
No es profundo ni es ancho y sin embargo
la corriente es furiosa y algo arrastra
y no puedo llegar porque unas manos
se aferran como garras a mi espalda.
No puedo desasirme y hago fuerza,
y me meto en el río con firmeza...

Y de pronto mi hermana más pequeña
recuerda alborozada que es la fecha
señalada por algo que no entiendo
(un año muy concreto en los ochenta).
¡Es mi abuela! De pronto me doy cuenta,
y no puede llegar al paraíso.
Agarro sus muñecas y tirando
cruzo con ella el río en un instante
impulsado por sabe Dios qué fuerza.

Y me lleno al instante de alegría:
He llevado a mi abuela al paraíso,
precisamente ayer mientras dormía.

jueves, 17 de agosto de 2017

Ayer

Ya el hambre se acabó;
tu golosina
ha dejado de serlo y te contienes
¿Qué imagen me daré, será correcto?
Y penas por no hacer lo que anhelabas
y anhelas no penar por lo que hacías.
Y en esa soledad del desencanto
va naciendo un hastío peligroso
que provoca soñar nuevos caminos
para dejar de ser sólo un recuerdo
condenado a morir y a ser olvido.

domingo, 11 de junio de 2017

Desperta ferro.

Y de repente, desperta ferro
un almogávar surge del hielo
con una tabla se enfrenta solo
a la barbarie venciendo el miedo,
y ese juguete se ha convertido
de los silencios en el destierro.
Dios te ha premiado ya con el cielo,
gracias Ignacio, desperta ferro.

jueves, 8 de junio de 2017

Libre

Libre,
con el aguamarina que rodea
mi inocencia pueril entre vapores
de vendimia y de grano destilado

con el polvo de oro que la furia
de millones de años ha formado.


Libre,
me he olvidado de todo mientras siento
el líquido elemento que concentra
el querer y el sentir, la adolescencia
la salud y el dolor
de las ausencias.


Libre,
con el beso del sol, con el del viento,
que acarician mi piel mientras me siento
renacer, como un niño que se siente...
¡Tan contento!


Yo quisiera sentir ya para siempre
la eterna libertad del paraíso
y vestirme de perlas en presencia
de espíritus sin cuerpo adoradores
sin manzanas del árbol de la ciencia,
sin pecados, serpientes, ni vergüenza.


¿Alguien no quiere un mundo en que la guerra
no sea una palabra que se entienda?
¿No sería mejor sin posesiones
evitar que robar nos apetezca?
¿No sería mejor no sentir frío,
sin hambre, enfermedad, terror, pereza...?

Yo quisiera vivir en la inocencia
y poder ver a Dios directamente
mirándole a la cara sin temores
y que no me pregunte si me escondo
porque siento pudor, que yo quisiera
que el pecado de Adán ya no lo fuera
y poder ser más hombre y más humano
sirviéndole, que así fuimos creados,
en ese Edén por todos añorado.

lunes, 29 de mayo de 2017

Paraiso


Quisiera ver el sitio en el que existen
las palabras que nunca se escribieron
y que nadie ha leído.
Porque sé que hay un libro
con todos los recuerdos
y todo lo olvidado,
en el que permanecen por un tiempo
las grandezas, miserias y secretos,
los anhelos, querencias y deseos
los pecados y hasta los sentimientos
que nadie ha conocido
porque no se han contado,
aunque sí se han vivido.
Existe un paraíso nunca hallado
en el que se custodian
las cosas que jamás se han confesado.
Existe, en fin, un cierto limbo extraño
que muere cuando mueren los autores
de todo lo que nunca se ha explicado.

viernes, 12 de mayo de 2017

Insomnio

Hoy no pasa el tren de las cinco y media
y un sueño me despierta.
En él, unos muertos del futuro
se despiden con agradecimiento...
despierto entre sudores
¿Es un sueño?


Y todo yo soy tú
y así me siento
despertando tu mente de canela
de arroz con leche, vino y hierbabuena.






La tarde muda el gris hacia la noche
eterna y plañidera
mientras tu exhausto y ya rendido cuerpo
de ti se despereza.
Y yo en mi mundo verde
rememoro el sabor de una victoria
lo recuerdo entre el fresco y el salado,
lo recuerdo entre el dulce y el amargo
y me escondo en mi mismo
en un paisaje níveo pero ardiente
o en una madurez adolescente.




No sé saber quién soy
¿Pero y si el otro
tampoco sabe ser
como si mismo?
¿Me condeno al albur de una tormenta
pasajera y feroz
que acaba en siesta?




El tren de las cinco y media se ha quedado parado;
y hace tiempo que los amaneceres
no son de tú y yo:
son de la alondra
que canta lastimera pretendiendo
que venga un cazador que ya está muerto.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Cádiz

Voy a intentarlo de nuevo, voy a intentarlo
y escribiré un poema de polvo y cardo
de caminito de albero, levante y fino,
de eternas noches en vela, de besos tuyos
y besos míos.

Voy a vestirme de nuevo de grana y oro
de brillante torero llenaré el coso
mientras suspiran las majas y se estremecen
para que pienses mi niña, que este hombre tuyo
es más valiente.

Voy a besarte de nuevo aunque estés dormida
que no encuentro otro anhelo para mi vida.
Escucho como sueñas en las tinieblas
mientras intento olvidarme de cuáles fueron
las cosas bellas.

Voy a cerrar mi paraguas y que me llueva,
regresaré a mi casa tan pronto pueda,
que no quiero que piensen que estoy perdido
sin tenerte a mi lado siempre que quiero
no estoy tranquilo.

lunes, 1 de mayo de 2017

Tío Jaime

Hoy te ha de llevar tu padre
a jugar a la Vega de Toledo,
hoy vuelves a ser niño, en otro mundo
¡Y no puedo llorar porque me alegro!
Me alegro por Piluca (tanto tiempo),
me alegro por  Javier, que está contento
y seguro que ríe con el trasto
que seguro te has vuelto.
Me alegro por Pepico; qué peleas
volveréis a tener para abrazaros,
que de tanto añorarlo le seguiste
justo un año después, así de raros
sois mi extraña familia, baturricos,
que decidís el día -u os lo imponen,
que eso yo no le sé- pero seguro
que en esa Valdealgorfa
de carreras de burros,
la Plaza del Pilar y en esos sitios
en los que nos hicisteis vuestros,
estaréis todos juntos al momento.

domingo, 30 de abril de 2017

Granizo

Ese granizo inmisericorde
que limpia todo, que todo rompe,
que a nadie gusta, que nada esconde
me ha despertado por la mañana.
Repiquetea contra los vidrios
con un aviso de guardar cama
y yo me asomo por la ventana
mientras me abrigo con una manta.
Escucho abajo gritos de niños
que en los portales buscan un sitio
como las aves buscan su nido
en que se puedan guardar del norte.

Miro la cama y está vacía,
y en el vacío siento la ausencia
aun hay caricias: remolonean,
quieren quedarse, y ser eternas.

Echo de menos esa presencia
que me da todo, que me da fuerzas;
y me parece que hoy es el día
en que el anhelo repone fuerzas.

Vete granizo, no quiero verte,
yo sólo quiero dormir con ella
y que los rayos manchen mi cama
y que mis besos con ella vuelvan.

martes, 18 de abril de 2017

Apenas

Apenas tengo tiempo para un verso
y la musa ha venido a visitarme
susurrándome que si quisiera amarte
debería invocar al universo
de un pequeño sentir desencajado
de piedad y pasión, todo mezclado
emigrante de pluma y cartapacio
redimido del antes y encontrado.

Hoy no quiero decir, quiero expresarme
y vagar otra vez por el tejado
en el que un día fui gato, hoy derrumbado.
¿Y total para qué? si me critican
alegaré ignorancia y que iletrado
he llegado hasta aquí sin compañía
o sin más compañía que la tuya,
que aun quieres descifrar si en el enigma
hay mensaje o tal vez artesanía:
Ni siquiera lo sé y eso que un día
decidí compartir lo apasionado
que a vestir la rapsodia me movía.

jueves, 23 de marzo de 2017

Rapsodia en negro.

Escampa una nube negra que por dentro me aturde
no existe nada bueno ni sencillo,


y nada urge.



La abulia de saber que es primavera
y que se va el invierno, que es eterno;
sentir, pensar, soñar, seguir viviendo
tratando de alcanzar al mismo sueño.



Aparejo bajado y la tormenta
a punto de llegar
                                                   y abajo fiesta,

ignorante del fuego y de la muerte
de la angustia y zozobra
que le acecha.




Se rompe el pie o se alarga, ya no hay reglas
y se sigue, se fija, se mantiene
-melancólico afán de progresía-
una rima que muere contra el tiempo
y conduce a la vaga poesía
sin tener a tenor de lo que dice
ni un sólo cabrestante como guía.



Buscando una palabra
o una rima
o un tempo que la mude
siempre pura, porque es como Platero,
sensual como Zenobia sin ropajes,
brillante y machadiana en un espejo,
de Manrique y Berceo en el origen,
ignorando un corsé que no le agobia
mientras sigue el latir del tableteo,
del poeta de hoy eterna novia.





¿Qué cuando comencé?
No lo recuerdo
¿Qué no hay por qué seguir?
Estoy de acuerdo;
pero ahora que ya es tuya y ya no es mía
poco más puedo hacer.
Melancolía.

domingo, 5 de marzo de 2017

Camino

Qué difícil buscar la inspiración
sirviéndose de un verso esclarecido
sintiendo que el poema no da fruto,
grisáceo en una génesis de hastío.


Me piden que produzca, que proclame
la fuerza del sudor de mi memoria
silencioso y sin premio pecuniario
sin vana gloria humana, sin euforia.

Y aun así, sin el peso de la pluma
de teclas martilleo a mi cerebro
tratando de ofrecer al que lo quiera
un poco de mi escaso magisterio.


Y cada vez que leo algo de un grande
me vuelvo a sonrojar por mi osadía
¿Podré decir un día que yo escribo
y entrar en el panteón de la poesía?

Que en el mundo en que vivo hay mil poetas
pintores de tormentas con sus letras
corifeos del gris y de la lluvia
capaces de asombrar con sus paletas.


Pues pintar un poema y describiros
lo que veo es sencillo y puedo hacerlo,
pero todo empezó con otro reto:
Ser capaz de pintar el sentimiento.

Y así pasan los días, intentando
no volverme un intruso en el parnaso
donde adornan laureles las cabezas
de los genios del verso y su grandeza.


Trataré, por lo tanto, de lograrlo;
trataré de algún día hacer un verso
-aunque sea uno sólo- verdadero
y pintar con mis letras lo que quiero.



Mientras tanto paciencia, os lo suplico;
todavía un discípulo me siento
tras décadas de hacer lo que ya he hecho
y volver a empezar casi al momento.

Que recuerdo mis fases de sonetos,
de romances, sextinas y de intentos
de emular a los grandes con mis tiernos
y al fin deslavazados pensamientos.


Y si llega ese día, os lo prometo,
vais a ser los primeros en saberlo:
En negro sobre blanco estará puesto,
pero tal vez, por fin, ya será vuestro.

Que escribir un poema es ser poeta,
pero yo aspiro a más: A ser maestro,
y el día en que lo sea será cierto
que será poesía lo que creo.  

martes, 28 de febrero de 2017

Hablando de la verdad

Hablamos tu y yo y me dices
cuán molesta es la verdad,
y no puedo rebatirlo
pues soy del mismo opinar:
Cuando dices lo que piensas
te enfrentas a incomprensión,
y a los dimes y diretes
de una férrea oposición
que se aplica dos raseros:
El de los otros y el yo.

No soy quién para juzgarlos,
pues al cabo un hombre soy
y tengo los mismos vicios
y siento el mismo dolor,
pero sí sé que hace tiempo
la gente me abandonó;
unos fue por culpa mía,
pero sé que muchos no,
que se fueron separando
porque al decir la verdad
les mostraba sus vergüenzas
y no quisieron estar,
al frente de sus carencias
ni afrontar la realidad.

lunes, 20 de febrero de 2017

Anónimo

Necesito
saber si soy poeta o si me vendo
por el halago efímero de un placet
de aquellos que a mis versos
aprueban con un gesto.

Demostrarme,
ser el yo que buscaba en mis anhelos
¿Esto que hago está bien? ¿Lo necesito?
¿Desvelaré al poeta, a la persona
y el vínculo dará forma a las letras?

¿Poner cara,
y ser protagonista de lo escrito
barnizarme de gloria con algunos
imperiales en crítica, teólogos
de pintura, de versos o de viandas
o incluso del vestir o de la cama?

Sujetarme,
a una crítica etérea y compasiva
heterogeneidad de pensamiento
unánime, no obstante, en su lasciva
avidez de creer que es conocida
la figura que en manos del poeta
un verso o un poema al fin motiva.

Imprudencia,
porque ese es mi apellido al fin y al cabo.

¡Yo no quiero ser alguien,
necesito
que a mi verso lo traten sin mi cara,
y aun si nadie me lee...
no pasa nada. 

domingo, 19 de febrero de 2017

Domingo

Domingo.
Esperando un repique de campana
disfruto de los ruidos mañaneros,
de un ave en mi ventana
mientras un leve rayo perezoso
atraviesa las nubes y me llama.

Domingo.
Recuerdo que de niño
jamás llovió un domingo y que jugaba
en pijama a dormir en otra cama
mientras Mamá nos cosía las botones
y Papá los zapatos nos limpiaba.

Domingo.
Una vez probé un pincho de tortilla:
Vivía yo en un mundo diferente,
ni mejor ni peor, sólo distinto.
Algunos tenían paga
y a otros nos convidaban
precoces marineros del mañana.

Domingo.
No hay día que no recuerde desde entonces
los domingos de niño en esa cama
en que entraban los rayos mañaneros
a través de cortinas y persianas,
de corre niño hay prisa, no llegamos:
niñez despreocupada y niñas guapas.

viernes, 10 de febrero de 2017

Regreso

Hoy he vuelto, y la lluvia me recibe,
pero le sigue el sol... y algo de niebla,
orballo maternal en mi regreso
amor, pasión, calor, también anhelo.

He vuelto, estoy en casa, ya he llegado.
y todo lo que pasa es diferente;
me siento un exiliado de regreso
y aunque nunca me he ido, por fin vuelvo.

Éste es el primer verso y te lo escribo,
a ti te lo dedico, te lo debo,
y te escribo de cerca y sin recuerdos,
que ya estoy en la tierra que me duele
y ahora sé que por fin tengo sus besos.

Porque al fin he llegado y los olores
que han seguido mis pasos estos años,
inundan mi razón y mi conciencia
se exalta de esos verdes que refulgen
y se amansan en nubes de tormenta.

Y entre el verde y el gris voy caminando,
llenando mis retinas de mi tierra,
de lluvia fina, orballo, amor y niebla
de todo lo que fui y lo que me espera.

martes, 10 de enero de 2017

¿Qué te puedo pedir?

¿Te puedo pedir, Dios, algo que han dicho
que no es bueno que pase si lo quiero?
¿Puedo tener deseos que me han dicho
 que son malos si afectan a mi lucha
y dejar en Tus manos que se cumplan?
¿Por qué ya no hay milagros?
¿Es porque en realidad nunca los hubo?
¿Es que sólo en el culmen de los tiempos,
cuando Tú nos salvaste, hubo prodigios
y ahora sólo salvas a los enfermos?


Yo no los necesito, no los quiero;
sólo quiero tu Amor, Misericordia,
y el saber que al final mi gran derrota
no será nada más que Tu victoria.