jueves, 27 de junio de 2013

Guanche

Aprovecha el momento y dame un beso

¿Estás loco? ¿Y si alguien me está viendo?

¿Qué me importa? Tan solo sé que quiero
Morir entre tus brazos un momento.

Pero a ella no le importa y lo abandona
a merced de su suerte ¡Qué le importa!
No es suya, no es de nadie, no es su dueño.
Y por mucho que espere recompensa
se va a quedar tan solo en eso: Un sueño.

¡No te vayas, espera, necesito
que me arrulles un poco! ¡Tengo miedo!

Y ahora encima cobarde ¡Que vergüenza!
¿Después de provocarle tanto miedo...!

Volverá tras sus pasos, al principio
¿Por qué empecé a quererle? ¡No lo entiendo!
Recuerdo sus halagos, sus sonrisas,
pero no los motivos que me hicieron
querer sólo con él pasar mi vida.

El mencey los contempla desde lejos
¿Qué le pasa a mi hija? ¿La princesa
necesita que actúe y la defienda?
Convoca a los ancianos de la aldea
y de muerte deciden la sentencia.

¿Que delito, Agoney, has cometido?
¿Subiste al viejo Teide, a lo prohibido?
¿Te bañaste en las aguas de las charcas
de Anaga en luna llena? ¿Cómo ha sido?

No, dice el muchacho fiero, altivo;
no hay delito peor que lo que he hecho.
¿Tal vez mataste a alguien escogido?
Peor, responde el pobre: He querido.

jueves, 20 de junio de 2013

El parque

Lluvia.

Los jardines de San Roque
están viendo sus abrazos;
con la experiencia que tienen
se me están ruborizando.
¿Otra vez acogeremos el despertar de dos cuerpos?

Otoño, hojas...
                                                       luz tenue y apacible.

Dejan atrás casa Antón
"Algún día te rescataré de esa torre,
porque tú eres mi princesa"
Ella se ríe, lo golpea
                                            y corre.

Se escucha a un pavo chillar
"¿Pero qué es esto que siento?"
Apenas ha dejado de ser niña
y ya siente un calor que le despierta,
y viene de los labios.

El la persigue, arrogante,
como haciendo un sacrificio,
y al llegar a la escalera
se gira hacia el edificio
y en sus colores granates
reconoce su suplicio.

"¿Pero qué me está pasando?"

Ahora, al entrar en el parque,
se la encuentra, más serena.
En su rostro, ya seguro,
hay un atisbo de pena.
Se acerca a un banco y se sienta
a la sombra de una acacia.
El se sienta algo apartado,
y con cierto disimulo
se va acercando a su lado.

Una ráfaga de viento frío.

¿Llegará nuestro amor a primavera?
estremecida se pregunta ella.
¿Querrá darme otro beso como el de antes?
Disimula él muchacho, temeroso.
(Su máscara de héroe es sólo eso:
le apena no saber si fue un buen beso).

Pero a ella no le importa si él sabía
¡Fue el más maravilloso de los días!
Unos viejos los miran con descaro
"Lo nuestro pasó igual
                                                                hace unos años"

Noche. La lluvia cesa.

A la trémula luz de una farola
un último achuchón
"Te querré siempre"
El chillido de un pavo, lluvia y viento.
El otoño en el parque

Y otro beso.


martes, 18 de junio de 2013

Y va bajando la marea

Después de haber tenido
la pelea más fea
he salido de casa como huyendo
¿A donde irán mis pasos
a los que por desgracia
no guía mi cabeza?
Esta es la vez primera
después vendrán más veces
en las que el corazón acelerado
me lleva en rumbo incierto
                                                                  hacia algún lado.

Atrás esa ciudad está quedando,
ciudad que vió forjarse a mi carácter,
ciudad de lluvia y gris,
ciudad amable,
amarga y dulce a un tiempo
y adorable
a la que alguna vez también he odiado.

Estoy en ese puente,
ese refugio
para los que regresan
de un exilio
a veces voluntario y no forzado,
y a veces salvación del que está harto
de ver pasar el tiempo sosegado.

Me paro y el porqué no está muy claro;
es como si una fuerza que no entiendo
me obliga a ya no andar
¿Qué habrá pasado?
Se está poniendo el sol
y entre las nubes
inunda mi mirada un sólo rayo.

Es alguien que me habla y que me dice
¡Detente! ¿Dónde vas?
¡Regresa, osado!
las ganas de llorar me van dejando
y reposo mis brazos derrotado
con mi mirar abajo,
                                                a lo mojado.

Y veo la marea como baja
y arrastra entre pilares un sargazo
de algas y algo más que se ha pegado,
y siento que esa masa es mi pecado
que se aleja de mí:
Ya estoy curado.

Allí está mi niñez, en ese puente.
Siempre supe que el fin había llegado
y cuando regresé sobre mis pasos
el niño quedó atrás
y confiado
la vida por los cuernos he encarado.
Ya me he vuelto mayor
Ya soy el hombre
porque del sufrimiento algo he sacado.
Soy mayor, mis errores ya son míos.
Jamás me excusaré si en algo he errado
miradme ya orgullosos:
He llegado.

lunes, 17 de junio de 2013

Adolescencia

Flor callada, flor pura, silenciosa.
Tesoro oculto de mis anhelos.
Noches de sudor y sueño.

Adolescencia.

Los pulmones pequeños, encogidos,
la vergüenza
ser tal vez el peor ¿Qué significa?
Es la inseguridad
                                     la sed
                                                             tu vida.

Un olor a humedad, a lluvia, a musgo.
La furtiva mirada que te acecha
Siempre un nuevo sabor, una botella
la guitarra en la mano
y en la otra, cerveza.

Sueños huecos de amor
miedo ante el sexo
(miedo a decir que sí
y miedo a decir que no)
¿Es esto que he sentido algo parecido al amor?

¿Lo es?

Tengo miedo de vivir y de crecer.

Y ahora vuelvo a mi casa
pies mojados
también mi corazón en un puño cerrado.
Otra vez sin un beso.
Otra vez sin un hola.
Otra vez sin te quieros.

Y en la habitación el ritual no aprendido
que han seguido ignorantes
tantas generaciones:
Esconder los secretos,
observar el espejo
y seguro y confiado
revivir un recuerdo.


Me desnudo y mi cuerpo
esquivo avergonzado,
justo ahora ha empezado
su visión a turbarme.
¿En qué me he convertido?
¿Por qué ha pasado esto?
La nariz, ese vello, el acné, esos gallos
¿Qué me lo ha provocado?
Decid ¿cuando ha pasado?

Y ahora todo: las notas
mis hermanos, mis padres
suponen un estorbo
¡Esta vida es un rollo!

¿Pero acaso creéis que soy como vosotros?
¿No os dais cuenta de que ella ha llegado?
¡Ya está aquí!
¿Es que acaso no la veis?

¡Ay, si fuerais capaces de entender, ignorantes,
que no hay nadie como ella!
Tan hermosa, tan pura, tan honesta
y distante...

y tan llena de vida.

Vosotros, algún día, vendréis a disculparos.
Necio mundo,
que ni siquiera ha alcanzado a darse cuenta
de que sólo nació para nosotros
para mí
                              para ella...
que ojalá que un día me hable y se de cuenta
del porqué de todo.

Ojalá que algún día se dé cuenta de mí.