miércoles, 30 de abril de 2014

Principios.

Vas a empezar a andar bajo la lluvia
y no vas a pensar en que te mojas;
la vida sólo es eso: Ser consciente
de que el camino es duro
y seguir caminando hasta llegar a ver el suelo,
la Tierra Prometida que buscamos.

Llegamos a Canán tras nuestro Éxodo,
y morimos antes que nuestros pasos
oyen el sagrado suelo que anhelamos.
Y el polvo de camino erosionando
moldea nuestra figura como a estatuas
de arenisca en el viento del desierto:
No somos maleables, no somos como un junco,
y el viento nos rompe inexorable.

Como a las duras, grises rocas de granito.

Pensando en qué es más importante,
olvidamos el foco del problema:
El junco no se rompe porque se inclina;
y la piedra se rompe porque resiste…
y en nosotros está la elección
de ser junco y doblegarnos ante el viento,
o ser piedra y perdurar durante un tiempo.

lunes, 28 de abril de 2014

¿De quién son los huesos?

Hubo un invierno duro de lluvias y de tormentas
y nadie entendía qué pasaba.
Cien años después de irte
aparecieron tus huesos
porque Dios quiso que la lluvia
nos contara tu historia.

Policías, militares y hasta el médico forense
todos querían desvelar el crimen
¿Qué ha pasado en Covas?
¡Qué nos lo expliquen!
Y al final de todo la sorpresa
de que una joven de como quince años
llevaba allí cien años enterrada:
"Ignoramos que hacen aquí sus restos
escondidos debajo de la arena",
pero no hay ningún secreto:
Esperaba silenciosa el regreso de su amado
al que se lo llevó la mar salada.

Y el mar sólo devuelve a sus ahogados
cuando ha visto su hambre satisfecha
y este invierno de náufragos, incautos,
arrastrados por olas, y más cuerpos
decidió devolver al que tú amabas
y al llegar a la playa sus cenizas
la lluvia ha permitido que lo veas
en el bosque que se volvió de piedra
que un día decidió que no era bosque
y se fue con Valverde al reino de Atlas,
y Atlántico quedó, petrificado,
y sólo se aparece cuando el mar
va a saciarse con otro desgraciado.

martes, 22 de abril de 2014

Un sueño persistente

Marmórea consistencia de suave luna,
silencioso fragor inesperado,
efluvios inconscientes detectados tan solo
por un rincón oculto de la mente.

Medianoche de gritos contenidos
a través de un opaco cortinaje,
de nubes que desgarran el azul oscuro
y de humedad que seca ciegamente.

Cansancio satisfecho sin prejuicios
y sin remordimientos pasajeros;
Es eterno el sentir pero es etéreo,
y es sublime el fingir eternamente.

Porque nadie sabrá lo que ha pasado:
Se quedará por siempre en la vigilia
silente y entregada de una cama
en la que el tiempo pasa lentamente.

El sonido del mar, de una gaviota
-el molesto graznido se repite-
un claxon a lo lejos y una luces
que invaden nuestra estancia brevemente.

Y allí sigue mi anhelo, allí mi sueño
me visita y se fija en mi cabeza.
Mi sueño repetido no es glorioso:
Es tan vulgar como el de la otra gente.

No lo he de ver cumplido y no me importa,
pero es bello saber adónde vamos:
Tener claro el camino en el futuro,
es tener para el hoy un aliciente.

Y así, siempre soñando con lo mismo
se ha fijado en mi ser y somos uno:
Mi sueño y mi persona ya es lo mismo,
y es igual el futuro que el presente.

viernes, 18 de abril de 2014

Regresa a Macondo, Gabo.

Ni te he conocido ni voy a hacerlo,
pero un día viví las peleas de gallos
y en Macondo pasé un tiempo destacado

No estaba tan solo el coronel en ese tiempo
porque lo acompañé en sus idas y venidas
a la estafeta. Y esperé con el inútilmente.

Y ahora que ya eres genio para siempre
no serás por más tiempo criticado.
Ahora sólo una frase: Se fue el genio.

Pero a mí no me importa, en absoluto,
la pasión creadora ya no estaba
y no soy seguidor de personajes.

Descansa pues en paz, ya se ha acabado
tu destierro, regresa ya a Macondo
al final no has llegado a los cien años.

Y que tengas buen viaje, por supuesto.

miércoles, 16 de abril de 2014

El animal político.

Me acusarán al fin de ser sectario
y dirán de mis versos que no hubo compromiso
pese al cambio que el mundo necesita,
cuando tan solo buscaba ser la mota
de polvo que no deja ver al ojo
y que le hace llorar, mover los párpados
aleteando cual inquietas mariposas
y nos hace querer sacárnosla de en medio
para poder pensar en otra cosa.

Y el día que me achaquen el defender a un lado
de izquierdas o derechas me habrán posicionado
¿Querer que el mundo gire sin estorbos del hombre
supone una política tendencia?
¿Cuidar lo natural es pues de izquierdas?
¿Creer en que Dios existe es de derechas?
¿Quién es ese cretino que reparte etiquetas?

Porque yo, como todos, a veces tengo ideas;
me gustan los senderos de mi tierra
y la Semana Santa limpia y quieta,
y creo que la moral es necesaria
y no me siento hostil hacia las reglas...
sin que ello a mí me reste rebeldía,
que no es, al fin, sino querer que cambien
las cosas que están mal en el planeta,
tener un ideal en nuestra vida
defenderlo y buscar siempre una meta.

viernes, 11 de abril de 2014

Orballo de Lluvia Fina

Y ahora me pides que escriba,
orballo de lluvia fina.
pues he de quedarme en casa
resguardado de tu inquina
¡Calabobos! ¿Que yo escriba?
¿Y de qué, si he de saberlo?
¿De algún tema que sea alegre?
¿De noches de vino y fiesta?
¿De una noche de verano?
¿De una relación perfecta?

¡Qué difícil! Ya podrías
decirme lo que has leído
y si te ha gustado algo
o si te sientes perdido
con el desorden buscado
como rima, como ritmo o como nada.

Pues sólo diré una cosa:
¡Escribe tú, caradura,
que luego criticarás
todo lo que se me ocurra
como si fuera tan fácil
la ligazón que requieren
una simple poesía, un cuarteto o una oscura
reflexión en pareado.

Porque a veces tu no quieres
y yo no puedo otras veces,
y si no fluyen las letras
ni se presentan las musas,
yo necesito un refuerzo
que puede sonar a excusa:
Por mi parte el escribirlo,
-que a veces ni con esfuerzo-
y tú, para darme ayuda,
sólo tienes que leerlo.

jueves, 10 de abril de 2014

La misión

¿Y ahora cómo voy a seguir con lo que hacía?
Ya no es posible sentir como antes
con esa ingenuidad,
con ese afable ser que a todos trataba de llegar.
Porque desde entonces ya nunca nada podrá ser igual,
y ni siquiera quiero que lo sea.
Todo sangre, fuego y llanto.
Todo pena.
Y ni siquiera las lágrimas afloran,
porque es mayor la ira que la pena.

¿Es guerra o delincuencia?
¿Es hado o mala suerte?
¿Es karma o es fortuna?

¿Qué me pasa,
que voy dejando tras de mí un reguero de sangre,
de cadáveres
de recuerdos
de historia plena y cierta.

Y un día, ya impedido,
miraré hacia atrás y veré los muertos,
las sombras del pasado, el terrorismo,
decenas de emigrantes y un cayuco
blanco como las alas de un ángel
en los mares del Sur.
Y veré oriente y sus mezquitas
y escucharé la llamada a la oración
mientras en mi cabeza recuerdo el olor acre de la pólvora,
el frío tacto de una boca de acero
el sonido estridente de la muerte certera...
y querré que alguien me diga si fue cierto
que estuve en este mundo para algo.

Y buscaré sus ojos en la noche para que lo confirmen.
Para que se lleven mis temores.
Para dormir por fin la noche entera
sin que venga nadie a visitarme
con su sudario, con su mortaja,
envuelto inexorable
en ese blanco lienzo opaco del recuerdo.

miércoles, 2 de abril de 2014

Pasión.

¿Cómo puede explicarse un sentimiento
que nace de certezas no explicables?
¿Y  cómo comprender que tantas almas
sientan esa emoción ante una imagen?
¿Qué impulsa a ser devota a una persona
si no tiene una prueba que demuestre
que todo ese fervor de tantas horas
se aguanta si la acción es transcendente?
Porque ni lo sabemos ni queremos
una prueba que diga "Dios existe";
nos hacemos mejores cuando un trono
Baila bajo la lluvia y  aun resiste
sufrido el portador que no se muestra
oculto en su capuz que lo protege
de que acusen su esfuerzo de ostentoso,
que él no lo hace por eso, que persigue
llegar a ser salvado y redimido
imitando al Señor en la tortura
que sufrió en la Pasión, y así escondido
va llevando su trono calle abajo
alegre de saber que el mundo gira
con el son de una gaita y que en Galicia
hay un sitio lluvioso siempre en crisis
que saca las figuras a la calle
queriendo demostrar que aun es posible
mostrar que tienes Fe en que el mundo cambie.
Acércate y compruébalo si quieres,
escucha los silencios que suceden
al gong de las campanas de los banzos
con las notas de gaitas y tambores,
olor a mar, a paro y a esperanza;
Ferrol te está esperando por si puedes.