lunes, 20 de enero de 2014

Vete

¿No crees que ya llegado es el momento
de que dejes morir lo que ha acabado?

Tu tiempo, tus esfuerzos y tu orgullo
merecen un final más agraciado.

No alargues la agonía, amigo, vete;
escápate y no vuelvas la mirada.
Que es mejor estar solo y orgulloso,
que sentir en tu espalda las miradas
que te juzgan sin ver tus sentimientos,
tu generosidad, tu amor, tu miedo,
tu aferrarte a ese triste clavo ardiente
que mitigue el dolor que ni has buscado
ni mereces por todo lo que has dado.

Al final no era eso, equivocado
has estado estos años y confiado,
descuidaste la guardia y te han matado
la alegría, el valor, tu ser honrado:
Pues no hay nada que hacer: Cierra la puerta,
despídete y prosigue tu camino.
No esperes ser premiado, tu fracaso
no va a ser compartido; es tuyo sólo.
Pero no te preocupes: Faltan tantos
que un día olvidarás lo que ha pasado,
y vendrán más tristezas, más portazos,
sinsabores, tristezas, amarguras:
Pues la vida es así, lo que más dura
en este devenir es la tristeza,
que llega hasta el final desde que empieza
y se acaba al llegar la sepultura.

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