sábado, 3 de enero de 2015

Muñecos

Yo quisiera daros las gracias, muñecos,
por que sois el amparo que tienen mis niñas
en las noches de sueño cuando yo me duermo.
Yo quisiera mostrar que agradezco el papel
que os asigno en mi vida, pedazos de trapo,
porque si entro de noche a arropar a las niñas
las encuentro felices y con un abrazo
ahuyentan cualquier pensamiento que enturbie
ese tiempo en que ya no hay vigilia que pueda cuidarlas.
Y algún día seréis un regalo para niños pobres
cruzaréis para siempre la puerta de casa
y sin la despedida ganada en los años servidos
en el dormitorio en que siguen creciendo
partiréis para siempre sin un solo beso.
Ojalá que amparéis a algún niño que sepa apreciarlo
ojalá que una estatua recuerde que sin egoísmos
soportasteis los mocos, las babas, los gritos
y con una sonrisa perpetua aguantasteis estoicos
vuestro tierno trabajo sabiendo que llegaría el día
en que fuerais tan solo un recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario