sábado, 24 de septiembre de 2016

Evocaciones

Al final del camino hay un pozo
que se intuye detrás del arroyo
entre rayos de luz que se cuelan
entre el denso ramaje.

Ese pozo que ya no funciona
aunque su agua es mejor que ninguna
porque fue donde tantos amores
decidieron volverse promesa
en su vuelo hacia el fondo del pozo
de brillantes monedas.

El sendero de verde maleza
recorrido tan solo los días
en que el sol reverdece el ambiente
es el mundo de sus habitantes
ignorantes de que el abandono
de esos viejos ladrillos de piedra
es reflejo de un mundo vacío
que olvido del amor la existencia.

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