lunes, 3 de octubre de 2016

Esencia

Necesitaba escribir algo raro y nuevo
acerca de algo humano y divino
acerca de nosotros
y nuestra propia esencia,
por desgracia mi ingenio no me llega
y torpemente entrelazo conceptos
sin sentido, inexpresivos,
huecos.

Ayer, sin ir más lejos,
me visitó la musa y no pude hacer nada
aunque sé que pensaba en cómo,
en qué, y en dónde y por qué.
¿Por qué me visitas, Calíope,
cuando no tengo a quién mostrar
la inspiración?

Y así sigo buscando una elocuencia
que no llega, que no me llena,
que convierte en inútil
la cosecha y la siega
Por que aunque nos sintamos solos
e intrascendentes
hay un sentimiento más fuerte en nosotros
que nos dice, nos persuade,
nos convence y nos miente
repitiéndonos como un mantra interminable
que duraremos.

Vanidad, orgullo, soberbia, arrogancia...
qué inmensas ganas tenemos de una gloria
que nunca acabará de llenar
nuestras ansias, humanas
y sucias
y tan nuestras
y tan vacuas...

Porque al final siempre aparece
el mismo visitante:
Pecado mortal que nos cambia la vida
y como tal te planteo una duda:
¿Quién crees que viene a tentarte
revestido de seda, placer y complacencia?

Y así seguimos con nuestra personal cruz
ignorantes de nuestra circunstancia,
viajando con un ego que nos dice
"ya lo sabes"
y sabiendo cuanto sabemos
vivimos felices en nuestra ignorancia
sometidos a nuestro juicio y al ajeno
sin buscar la cara oculta de lo bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario