Necesito decirlo...
necesito sentirlo;
necesito la mano que aproveche mi fuerza
y que guíe el camino
para que no me pierda.
Necesito acostarme
cada noche empapado
en sudores amargos que humedezcan la tierra
y dormirme rendido
con el arma en la tienda.
Necesito batirme
necesito adversarios
necesito oponentes que me pongan a prueba
y saber cuánto duro
combatiendo en la guerra.
Yo no puedo pararme
que mi tez se avejenta
necesito escaladas por rugosas laderas
y bajar a los valles
y beber en la selva.
Porque un día cercano
no podré ni pensarlo
y el recuerdo de hacerlo será sólo el consuelo
de pensar lo siguiente
¿El infierno o el Cielo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario