miércoles, 17 de febrero de 2016

Febrero, 2016.



Con la mente perdida


y anhelando sosiego;


en este invierno que no es invierno


busco el frío mientras duermo.


 


Un sabor nuevo, sentir el peso


de una manta que alberga sentimientos,


de ese calor mil veces compartido


de ese resucitar lo que está vivo.


 


Es sábado de noche,


de la calle llegan ecos


de una juventud inquieta


que no llega a intuir lo que le espera.


 


Ya no miro al futuro:


Hace tiempo que sé que soy presente,


empezando a empezar a ser pasado,


lo que venga después, ya lo he forjado.

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