Después de diez años encerrado en tu mente
nos dejas ahora y te despides
con esa foto antigua que no te hace justicia.
Todo son alabanzas ¡El gran hombre!
¡Para todos fue un padre!
¡Vaya pérdida!
Pero nadie te quiso mientras vivo
más que como bandera de sus guerras.
Y el gran padre leyendo su discurso,
después de regalarte el vellocino
¿Tan mal os comportasteis como amigos
que tuvo que esperar a que demente
no supieras quien era para verte?
¡Qué pena que te vayas...! Como todos,
dejas hijos, familia, conocidos;
pero estarás mejor en la gran casa
con tu esposa y tu hija y tus secretos
tus silencios, traiciones y tus miedos.
Y aquí quedamos todos escuchando
como tus enemigos hoy te ensalzan
Que gran hombre, qué ejemplo... que no sigo
así me lleven preso.
(Qué vergüenza)
Qué desgracia más grande,
vaya ocasión perdida de callarse
han tenido unos cuantos, e imposible
han abrido la boca y sus rebuznos
empañan ese duelo de los tuyos
que acompañan las damas plañideras,
los falsarios, ladrones y los cutres
y ese tierno retoño del corrupto,
que dice sin complejos "don Alfonso
fue un ejemplo muy grande para todos".
Es que hay que ser cretino.
Dios lo tenga en Su gloria, don Adolfo,
perdone sus pecados y los nuestros;
si fue bueno o fue malo poco importa:
Ahora es sólo una parte de la Historia.
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