jueves, 27 de marzo de 2014

Semana Santa

Y aunque se apagan
los ecos siempre vuelven
y el tambor y el bombo y la corneta
y el olor a la cera de las velas
y a claveles
se mantiene presente en nuestras almas
y persiste en nosotros inconsciente.

No tiene parangón, es fabulosa,
es internacional, feliz, preciosa,
solemne, moderada, sobria, austera;
pero llena de brillo y de belleza,
de esfuerzo, sacrificio y de sincera
entrega y vocación de los cofrades...

¡Disparates! Tal cosa no es posible,
lo que es, es Fe sincera, sólo eso:
Íntima y personal, Pasión entera
de Dios Nuestro Señor.
Y el que no entienda
qué estan conmemorando capuchones,
portadores, cofrades, mayordomos,
los que llevan la cruz con pies descalzos...
mejor se quede en casa y no haga ayuno,
ni cosa parecida y desmerezca
el sentir del creyente que recuerda
que a Jesús lo mataron en Judea
para que nos salvaramos los hombres.

No se puede entender sin esa idea.

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